He participado en varias actividades de la Fundación Yo Puedo. He visto la necesidad de la gente, es un placer ayudar a otros y ver caras felices en medio de una gran necesidad. Como voluntaria me disfruto ese momento de servir a otros y ayudar a los necesitados. Es un placer dar sin recibir nada a cambio. Porque es un mandato de nuestro Señor.